Registra la actividad eléctrica del corazón por medio
de un electrocardiógrafo en forma de cinta continua. La actividad eléctrica son
las variaciones de potencial eléctrico que genera un conjunto de células
cardiacas y estas son recibidas en la superficie corporal.
El impulso cardiaco genera corrientes eléctricas
débiles que se extienden por todo el cuerpo, entonces al colocar electrodos en
diferentes lugares y conectarlos a un instrumento de registro como el
electrocardiógrafo, se consigue un trazado característico de las ondas.
Tiene una función muy importante en el diagnóstico de enfermedades
cardiovasculares, alteraciones del metabolismo y la tendencia a una muerte
súbita cardiaca así como para saber la duración del ciclo cardiaco.
El Electrocardiograma tiene un amplio repertorio de
usos tales como:
1) Controlar si el corazón funciona con
normalidad o si posee alguna anomalía.
Por
ejemplo: Arritmia Cardiaca.
2) Indicar
obstrucción de arterias coronarias ya sea después o antes de un ataque
cardiaco.
3) Revelar la
condición física de un paciente durante una prueba de esfuerzo
4) Para
detectar anormalidades conductivas como bloqueo de rama.
5) Detectar
alteraciones electrolíticas de potasio, sodio, calcio, magnesio, etc.
También se emplea para medir
cualquier daño al corazón, qué tan rápido palpita el corazón y si lo hace normalmente, los
efectos de los fármacos o dispositivos utilizados para regular el corazón tal
es el caso del marcapasos, el tamaño y posición de las cámaras del corazón.
Por otra parte, determina si una persona
presenta cardiopatía. La precisión de este examen depende del padecimiento que
se esté evaluando, algunos padecimientos no siempre aparecen en este examen,
debido a que no presentan ningún cambio en este. Si la persona ha sufrido
ataque cardiaco o padece cardiopatía necesita más de un ECD. Una persona saludable
no tiene motivo para realizarse chequeos anuales a excepción que posea
antecedentes familiares o personales.
Kristel Cubillo Chavarría
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